pulso cabeza-cuerpo

Hola, princesas!
Hoy está siendo un día genial. Para empezar, ayuné y me fui a jugar un partido de baloncesto que tenía, que perdimos, pero bueno, en los partidos se hace muchísimo ejercicio, y más si te sacan casi TODO el partido, que fue lo que hizo mi entrenador conmigo :)
El caso es que mis padres hoy a la hora de comer no estaban. Pero me dejaron una lasaña ENORME para comer. Y encima era una lasaña con salsa barbacoa! No me lo podía creer, estaba ahí, la tentación personificada, dispuesta a destrozarme la vida.
Reconozco que incluso me lo pensé, pensé: Hoy he jugado mucho, y además he ayunado. ¿Porqué no?
Y me di cuenta.
Porque no, porque he luchado mucho, porque quiero mis 47 kilos y mi talla 34. Por eso, decidí que no iba a comérmela. Ni a la lasaña ni a nada.
Pero, claro cuando vinieran mis padres, necesitaban ver que utilicé el plato. Así que calenté la lasaña, y empecé a trocearla, como si me la estuviera comiendo.
Me eché a llorar, porque el olor de la lasaña me llamaba, las tripas me rugían, y encima me sentía super patética y triste. Hubo una ocasión que casi me llevo el tenedor a la boca, pero lo dejé en el plato, y fui corriendo a por un cigarro, y mientras me lo fumaba, seguía con mi tarea.
Cuando terminé, quité la lasaña hecha un revoltijo, y dejé el plato vacío sobre la encimera.
Sé que está mal desperdiciar la comida, y me arrepentí mucho, pero es que no puedo, no puedo ni pensar en qué habría sido de mí si me la hubiera comido...
Después, mi siguiente objetivo fue la bolsa de patatas fritas que estaba abierta encima de la mesa. Mis padres habrían comido un poco y la habían dejado ahí. Pues bien, las machaqué, y las quemé. Ya no hay patatas. Ni tentación.

Me siento tan fuerte... Lo he superado, no vivo para comer, la comida no significa nada para mí. Cuando me vi frente a frente a solas con la lasaña, troceándola con el tenedor y SIN COMÉRMELA, me sentí súper poderosa, que podía seguir adelante, a pesar de estar llorando y de tener una parte de mí repitiéndome lo patética que soy. Pero si hago esto es por dejar de ser una gorda patética.
Ahora, sigo sola en casa, sintiéndome feliz, y fuerte. Sé que podré llegar a mi meta, el camino va a ser duro, pero yo puedo con él.
Y ademas, como esta noche me quedo en casa de una amiga a dormir, no cenaré y podré ayunar otra vez. Esto harán 14 DÍAS DE AYUNO.

¿Veis princesas que si yo puedo, vosotras también? Confío en vosotras, en que podáis hacer vuestros sueños realidad y que ninguna de nosotras, tenga que echarse a llorar porque se ha visto reflejada en un espejo.
Y, es que, todas tenemos fuerza, y podemos, TENEMOS QUE UTILIZARLA.
Desde aquí, animo a todas las princesas a que sigan adelante, que yo las apoyo!! :)

Os dejo con Claudia Merikula, una thinspo guapísima:


y tambien con una foto mia, para que me digais opiniones ;)